domingo, 26 de junio de 2011

MIDNIGHT IN PARIS

Durante muchos años, Woody Allen estuvo asociado a la ciudad de los rascacielos: Nueva York. En ella hacía que transcurrieran algunas de las mejores películas que ha escrito y dirigido. Pero, en una trayectoria profesional tan fructífera como la suya, no es de extrañar que lo que ayer parecía inamovible, hoy parezca simplemente cosa del pasado. Aquella fobia por no salir de Nueva York se ha transformado radicalmente y su genio se ha adaptado para rodar sus historias en la vieja Europa. De ahí que la mayoría de sus últimas películas, transcurran por estos lares, siendo la última de ellas, Midnight in Paris.
Paris, al igual que las grandes ciudades del mundo, ha sido retratado, una y mil veces, tanto en el cine como en fotografía. En cambio, Woody Allen, nos vuelve a sorprender con la gran capital francesa, haciendo que nos quedemos perplejos, una vez más, con su belleza. 

En los primeros cinco minutos del metraje nos ofrece verdaderas postales de los lugares más conocidos de París. Pero, de principio a fin, nos conduce por sus calles, por sus cafés, por sus rincones, tanto al amanecer, como al anochecer, para que disfrutemos de la ciudad de la luz.

Una buena película que hace disfrutar durante hora y media y nos mantiene intrigados con el secreto que esconde París a medianoche...



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